COLABORACIÓN CON LA RESIDENCIA DE MAYORES DELICIAS

LUCILA CONEJERO y Mª ROSA ILLIE

En el instituto El Portillo, los alumnos de 1º de bachiller de la clase de Literatura Universal han estado realizando llamadas a personas de la Residencia de Mayores Delicias. ¿Por qué motivo? A continuación se lo contamos, nos hemos concienciado y hemos intentado un cambio. 

Todos estamos al tanto y hemos sufrido las consecuencias del Coronavirus, el COVID-19, y todo lo que ello conlleva, medidas restrictivas, distanciamiento, pérdidas de seres queridos, un gran cambio en nuestra forma de concebir la vida…

Puede que algunos las hayamos sufrido en mayor o menor medida, pero en una cosa estamos de acuerdo todos; no ha sido una situación agradable y los más afectados han sido las personas mayores, las más vulnerables ante la enfermedad. 

Si algo ha caracterizado a esta pandemia ha sido el sentimiento de sororidad que nos ha provocado a todos, incluso a los más negacionistas o escépticos. 

Hablábamos antes de la población anciana, y es precisamente para ellos para quienes hemos querido expresar nuestra solidaridad. 

No es un gran cambio, ni hemos solucionado la vida de nadie, pero es el primer paso hacia la esperada vuelta a la normalidad. 

Desde el instituto y junto a la residencia Delicias se ha puesto en marcha un proyecto con el fin de hablar con las personas residentes en ella y poder charlar un rato con ellos, reírnos y olvidarnos por unos minutos de lo vivido y lo que nos queda por vivir. 

No es un acto benéfico, es simplemente un rato agradable con una parte de la población que ha sufrido especialmente esta pandemia. 

Quizás se vea tan insignificante como lo que realmente es, una simple llamada telefónica; pero sinceramente creemos que ha sido un acto que nuestros mayores no olvidarán y que nosotros (Vanessa, Ying Ru, Bijou, Míriam, Mouna, Juan José y Luis Antonio), tampoco.
El fin de esto no es otro que haceros reflexionar, e intentar que las relaciones entre nosotros vuelvan de buena manera, sin esa frialdad que hemos tenido que adoptar. 

No nos olvidemos nunca que detrás de las mascarillas siguen estando las personas que una vez fuimos, con o sin Coronavirus. 

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